lunes, 20 de abril de 2015

Capitulo 8 [Siendo Sincero.]




- incluso de chocolate?- le digo emocionada.

- hoy el chocolate, esta balido en esta casa- asiente y toma a el perro en brazos y camina hacia la casa junto con el- además, tenemos una Chimaera con nosotros.

-¿Qué? – grito totalmente sorprendida mientras lo sigo-

- ¿no lo sientes? – Me pregunta confundido mientras deja al animal en el suelo y este corre a la sala y se sube en los cómodos sofás- las Chimaeras tiene un... Por así decir, una aurora. Se puede sentir la presencia de ellos. Bueno, solo algunos pueden sentirla.

- ¿mi madre las sentía?- le pregunto y comienzo a sacar todas los ingredientes para la comida.

- sí, ella amaba a los animales. Fue por ella que aprendí a sentirlos- responde sin mirarme a los ojos.

- Chris, si la amabas ¿Por qué la dejaste ir?

- porque- responde mientras me mira fijamente y luego continua- sabía cuanto amaba a tu padre, era feliz no más con verlo a lo lejos. Yo no podía meterme en medio de su felicidad, no podría.

- pero, ella…

- era feliz con migo no de la forma que piensas, éramos casi hermanos.

- ¿y te llevabas bien con mi padre?- pregunto con algo de pena.

- tu padre, - responde entre risas- tu padre era un tipo muy agradable debo confesar. Jamás se enojaba con tu mama, ni cuando ella se quedaba en mi casa a pasar la noche porque se sentía mal en el embarazo.

-¿de verdad?

- tu papa la dejaba, sabía que yo era su hermano para ella. Aunque él sabía lo que yo sentía por ella, siempre confió en el amor que se tenían.

- eso es hermoso…

- en eso se basa el amor- asiente el- los celos solo son inseguridad, son enfermizos y peligrosos. Cuando amas de verdad jamás celas. “El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad.  Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”.

- eso… es hermoso…

- se dice en el ritual de parejas- asiente el- tu madre lloro cuando Tarek se lo dijo…- responde con una medio sonrisa- me acerque a ella y le di un pañuelo, me sonrió y luego miro fijamente a tu padre…

- crees...- digo con un nudo en la garganta al escuchar eso- ¿crees que ella pudo regresar con mi papa, para….?- no soy capaz de acabar las últimas palabras de mi frase.

- lo creo- asiente, sintiendo el mismo dolor que yo. Es difícil creer que mis padres están muertos. Casi siempre imagino que trabajan en una multinacional y andan de viaje. Que jamás me dejaron; aunque sé que es así, aun pudo sentirlos dentro de mí. Siempre ellos estarán con migo. Siempre…


martes, 14 de abril de 2015

Capitulo 7 [El primer legado]




- mi fuerza para cuando tengas los legados pueda controlarlos- repito lo que me ha dicho por los últimos tres meses- si lo sé… vamos a entrenar.

- debo confesar, que eres una maquina de acecinar impecable – me alaga Chris mientras deja en el suelo las cuchillas, me tiro al suelo totalmente agotada por el esfuerzo.

- claro… que… no…- respondo entre cortado mientras recupero el aliento.

- claro que si, definitivamente te podría llamar la mejor acecina de Montreal.

- sería algo así como ¿la viuda negra?

- sí, aunque más letal. Ya que ella no tiene poderes como tú.

- poderes…- repito con un bufido mientras observo el cielo <<creo que tienes grandes habilidades>> me levanto y miro fijamente a Chris- ya deja de decir eso que luego daño todo mi proceso.

- ¿decir qué?- me pregunta confundido, lo miro fijamente y levanto una ceja.

- lo que acabas de decir que, tengo grandes habilidades…

- claro que no, jamás he dicho eso. Bueno, ahora- me responde este y lo miro fijamente y sé que no me está mintiendo, así que miro hacia todos los lados.  La casa está vacía, no hay nadie a un kilometro de distancia… ¿Quién había dicho eso?

- ¿sucede algo?

- es que…- digo mientras vuelve la voz dentro de mi mente << muero de hambre, las sobras de la basura no son muy buenas aquí>>- ¡de nuevo!- me  levanto de un golpe mientras se acerco a la basurero- ¿quieres mejor comida en los tanques? – pregunto a la voz mientras corro con todas mis fuerzas, al llegar noto a un lindo perro pastor alemán mirando dentro en búsqueda de comida.

-¡¡¡CHRIS!!!!- grito con todas mis fuerzas mientras me lanzo al perro y lo abrazo este se queda quieto y comienza a lamber mi oreja izquierda.

-¿chitoris? – grita desesperado mientras llega con dos grandes espadas en sus manos.

- ¡no!, ¡¡¡tengo un legado!!!- le grito feliz mientras acaricio al animal.

- ¿Qué? – Me pregunta con una gran sonrisa- ¿es verdad, puedes hablar con los animales?

- ¡sí! Lo oí quejarse de la comida y decir que era buena – le grito feliz sin dejar de abrazar al perro.

- eso es lo mas maravilloso- grita feliz mientras bota las armas y me abraza con fuerza junto con el perro.

<< me están apretando mucho>>

Oigo que se queja el perro y doy una fuerte carcajada.

-lo estamos acosando- digo y Chris se separa de mi y me da una tierna mirada.

- tus papas estarían orgullosos de tu legado- bajo la mirada y miro al perro. El legado que compartían mis padres, también lo tengo yo- no te pongas asi, vale- me dice y me toca la cara asiéndome mirarlo fijamente- esto hay que celebrarlo. Vamos a preparar pizza y muchos pasteles.


- incluso de chocolate?- le digo emocionada.

viernes, 10 de abril de 2015

Capitulo 6 [Ultimo día en Lorien.]




Estaban sentados en la parte delantera de la casa, sostenía a una de nuestras infinitas Chimaeras cuando el estruendo en el centro de la cuidad cautivo nuestra atención, vi como mi madre miro con nerviosismo a mi padre, el asintió y me tomo rápidamente en brazos. Ambos corrían, yo trataba de preguntarles pero los gritos y las fuertes explosiones ahogaban mis palabras. Cerré con fuerza los ojos mientras sentía que mi padre luchaba, no sabía con qué exactamente, pero siempre sentí cuando el luchaba o utilizaba sus legados. El grito a mi madre que continuara, abrí los ojos un momento y lo vi pelear con un mostró horrible, casi del doble de tamaño de un elefante. Esa fue la última vez que lo vi.

Al llegar a un sitio extraño de la cuidad vi que habían más niños como yo, solo uno más pequeño. Un anciano recitaba algo mientras llegaban más hombres con niños, mi madre me sostuvo en sus brazos antes de entregarme a Chris

-Escucha con atención Celanea- me ordeno mientras me miraba fijamente sus ojos hermosos estaba rojos y llenos de la lagrimas- papi te ama, mami te ama. Siempre recuerda eso, te amamos más de lo que te imaginas. Se fuerte, jamás te des por vencida, tampoco tengas miedo, nunca. y lo más importante; cree en ti misma y en tu poder. Se fuerte.

- lo siento- respondió Chace al ver el vacio en mi mirada, negué y me acurruque sobre el pecho incapaz de sacar de mi el dolor en el momento en que me separaron de ellos. Siempre le pegaba a Chris, no quería que me tocara ni se me acercara, no lo quería en mi vida. Hasta que entendí que él había sido escogido al igual que yo para sobrevivir y restaurar nuestra raza. Hasta que entendí que ese hombre me amaba como a su propia hija, y más que eso. Amaba a mi madre y jamás me iba a dejar sola por ella, yo era su recuerdo.

Sentí el brazo de chace sobre mi espalda, el cual se sintió extrañamente familiar. Me llevo hacia su pecho y me apretó con fuerza, al fin y al cabo. ¿Quién mas podría sentir la muerte como yo si no él? El también había perdido de una forma injusta a sus padres.

-¿te divertiste?- me pregunta Chris mientras me subo a la camioneta, le sonrió y beso su mejilla.

- yo no usaría ese termino

-¿Qué tan malo fue?- pregunta de nuevo con un suspiro mientras pone en marcha la camioneta.

- digamos que tengo que leer como treinta libros para poder entender con tranquilidad todas estas materias tan rara que ven los humanos.

- bueno, siempre te gusto el arte y todas esas cosas- me responde con una sonrisa, yo simplemente se la devuelvo y pongo mis vista al frente. Al llegar a nuestra casa, chris me ayuda a bajar mis libros y entramos sin problema.

- recuerda que tenemos que entrenar y mirar el cofre.

- entrenemos ya- le digo y suelto las cosas en el suelo- quiero liberar la mala energía de la escuela.

- perfecto. Iré por los sacos de box.

- aun no tengo la telequinesis- le grito mientras este sale corriendo, frustrada miro mis manos. Se supone que debería haber demostrado ya algún legado, pero por el momento estos seguían dormidos dentro de mí.

- tus legados pronto aparecerán, solo tienes que entrenar y dominar bien…


- mi fuerza para cuando tengas los legados pueda controlarlos- repito lo que me ha dicho por los últimos tres meses- si lo sé… vamos a entrenar.

Capitulo 5 [ Conociéndose un poco más.]




- no quiero ir a clase- le digo mientras me miro las manos, están llenas de sudor y sangre.

- nos podemos quedar en el teatro mientras tanto- asiente el ¿Por qué es bueno con migo? Bueno, ya se lo cuestionare luego.

Los dos salimos del baño, la campana sonó fuerte y todos comenzaron a correr a sus salones, hice caso omiso a los que se nos quedaban viendo. No me importada la verdad que pensaran de mi, solo un pensamiento invadía mi mente “fue un error haber venido aquí”.

-¿no me vas a decir que te paso?- me pregunto Chace después de un rato de estar en silencio mirando hacia la gran tarima de al frente.

- jamás entenderías- le respondo- solo…- niega con una medio sonrisa para tratar de convencerlo- tiendo a tener asma y eso. Solo fue eso, me trato de dar, pero ya estoy bien.

- ¿asma? –Pregunto confundido- ¿no estoy seguro que el….?

- y cuéntame de ti.- le interrumpo rápidamente- ¿Qué haces? ¿Quién eres? ¿Dónde vives, con quien? Después yo te diré un poco mas de mi.

- ok… bueno- responde algo confundido pero aun así sonríe- ¿Qué hago? Bueno, estudio como te das cuenta. ¿Quién soy? Un chico de 18 años próximo  a salir a la universidad. ¿Donde vivo? En los edificios magestic. Ahí vivo. ¿Con quién? -.dijo mientras daba un suerte suspiro- solo, mis papas murieron hace tres años. Estoy a cargo de mi mayor domo.

- ¿mayor domo? – pregunto confundida sin entender el termino.

- sí, es Albert. Un anciano que me ha criado y prácticamente a mi padre también. Hasta los 20 años puedo heredar todo lo que mis padres me dejaron.

- ¿Cómo murieron?

- los mataron – responde mientras la rabia y el odio se dibujaba en sus ojos- un día que fueron a México. Hubo una emboscada los incineraron has los cimientos. No dejaron nada para poder enterrar.

- lo… lo siento mucho- le digo apenada- no debí preguntar.

- descuida- niega este mientras se mira las manos- jamás le había dicho esto a alguien. Es curioso que me hagas relevarte esta clase de cosas si apenas te conozco.

- los míos también están muertos- digo sin pensar, recordando lo poco que tengo de ellos. Mi madre, su larga cabellera dorada con unos ojos tan verdes como las mismas esmeraldas, de tés morena y su cuerpo esbelto y atlético. Mi padre era todo lo contrario. Alto mucho más alto, su cabello negro; tan negro como la noche, sus ojos azules como el zafiro y su cuerpo delgado. Los dos tenían el mismo legado en común, hablar las Chimaeras. Que son los animales de mi mundo.

- ¿pensé que tu padre era escritor?- me dijo este sacándome de mis recuerdo. La cague.

- no, bueno si lo es…- digo algo complicada, lo miro fijamente, y este provoca que me ponga un tanto nerviosa. Odio eso- es mi padrastro por así decir. El me tomo como hija, hace varios años. Lo considero un padre, pero no es mi padre biológico.

- ¿Cómo murieron?- me pregunto este cuidando el tono de su voz.

- los mataron- dije  mientras el recuerdo invadía mi mente, lo recordaba. Lo recordaba a la perfección, ese atroz día en el que fui separada de mis padres.  

domingo, 5 de abril de 2015

Capitulo 4 [El centro de atracción.]





Tomo lo primero que encuentro en la canasta. Una manzana roja grande, miro a las demás personas que se meten en la fila de la cafetería en búsqueda de algo que comer. Jamás me ha gustado estar en medio de multitudes, así que simplemente espero a que se calmen un poco los caníbales y como mi manzana sin problema.

-si te quedas ahí parada no te dejaran nada- reconozco la voz a mis espaldas. Me volteo y veo al chico que me dio la guía con una gran sonrisa. Genial, ¿Cómo se llamaba? Uf, odio ser tan mala en recordar esa clase de cosas.

- solo odio estar así- respondo mientras señalo a unos chicos que se empujaban para poder entrar de “metidos” a la fila.

- sí, pues… ven- dice mientras me toma de la mano y me conduce a la fila, todos se nos quedaron viendo mientras el chico sacaba una tarjeta y se la entregaba a la mujer- que sean dos por favor. – le ordeno y la mujer asintió metiéndose en medio de las estanterías llenas de comida y regresando con dos bandejas perfectamente llenas de comida.- eres encantadora Fiona- le adulo y tomo las dos bandejas. Luego sin dejar de sonreír me mira y dice:

- ven, comeremos a fuera, aquí dentro hay mucho ruido- asiento y lo sigo hasta la salida, noto que varias chicas me miran con él entre cejo fruncido, sin entender su molestia sigo caminando. La tarde esta hermosa, siempre he ha mando la tarde de Montreal en verano.  Las nubes están esparcidas por todo el cielo remolinándose solas.

- bueno, espero que sea de tu agrado- me dice y deja las bandejas en una mesa para dos.

- gracias, pero no tenias porque molestarte de esta forma- le digo algo apenada, pero este niega y me indica que me siente. Le hago caso.

- descuida, cuando quieras comer algo decente me dices y te pido almuerzo doble.

- tienes privilegios- digo entre risas mientras miro la deliciosa hamburguesa. Uf esto  recompensa esas horribles horas de clase.

- pues, si. Digamos que es verdad. ¿Y qué tal tus primeras clases?

-pues, digamos que no han sido de lo más divertidas- le respondo sincera mientras tomo la hamburguesa y  la devoro.

- Sí, las clases no son muy divertidas que digamos, y disculpa por no estar en la clase de Matemáticas, pero el entrenamiento se tuvo que extender  - me dice pero le pierdo la atención al notar que una rubia de ojos azul fuerte junto con dos de cabello negro se nos quedan mirando serias, la rubia prácticamente echa humo por las orejas- ¿qué tanto miras?- dice de repente mientras se voltea  y capta la escena, este niega y se vuelve al frente.

- discúlpala, es una maniaca.

- sí, eso noto- respondo mientras me fijo en el- ¿es tu ex novia o algo así?

- sí, salimos hace… dos meses- asiente y come sin darle mucha importancia.

- pues diría que esa mujer me quiere quemar viva- le digo algo fastidiada por ser de una vez el blanco de alguien, genial no me basta con tener a una raza alienígena tratando de matarme para tener otra.

- más que eso, de seguro que va a hacer la vida miserable- responde este sin problema, levanto una ceja mientras se mete la hamburguesa a la boca, este se detiene mientras me mira con la ceja alzada- no voy a dejar que te haga nada ¿sí?

- ¿Por qué?

- porque- responde mientras le da un mordisco- soy tu hada madrina.

- eso es ridículo- respondo algo asqueada al verlo hablar con la boca llena, pero sin poder reprimir una risa.

-  ridículo, pero créeme que te salvare la vida- responde con lo que parece ser su sonrisa mas encantadora


<<Lo dudo>>


-y bien ¿ya has hecho amigos aparte de mi?- me preguntas después de acabadas las hamburguesas.

- ninguno- niego tranquila- no soy demasiado sociable, o simplemente no encajo con los de mi edad.

- bueno, igual es tu primer día, no te des animes. Pronto encontraras a tu mejor amiga y todas esas ridiculeces de mujeres.

- no quiero nada de eso- niega con él entre cejo fruncido. Sé que en cualquier momento mi pierna derecha podría empezar a quemarme como los mil demonios y deslumbrar una nueva marca. La marca que indica que numero tres está muerto, la señal de que seré la siguiente en la lista.

 La siguiente en ser buscada hasta el mismísimo infierno. El solo hecho de pensar hace que mi piel se coloque de gallina y aprieto con fuerza las manos para tratar de concentrarme en la realidad.
-¿te encuentras bien?- me pregunta algo preocupado mientras nota de mis palmas comienzan a sangrar un poco. No me había percatado del dolor que con mis propias uñas me había lastimado.

- sí, solo… no es nada- niego mientras me levanto rápidamente y salgo con mis cosas al baño para poder lavarme la herida. Los nervios se apoderaron de mi cuerpo al momento en que entre al baño. Por suerte estaba vacío; ¿Cómo iba a enfrentarse a los Chitoris si ni siquiera tenía sus legados? Su desarrollo Allende no estaba ni a la mitad de su proceso. Por más fuerza, destreza  y habilidad a la hora de pelear, no iban a ser suficiente. No, la matarían, terminaría como los otros tres. Mi cuerpo no paraba de temblar, debía llamar a Chris, no podía estar más tiempo al borde de un ataque de nervios.

- estas pálida- oí que me dijeron pero mi vista estaba un poco nublada. Reconocí la voz y me aferre a  su cuerpo, tratando de buscar un apoyo, una ayuda. Aunque fuera de un insignificante terrícola, pero en ese momento, sin Chris a mi lado. Necesitaba un cuerpo en el cual poder aferrar mis miedos. – calma, todo esta bien- me trato de tranquilizar mientras acariciaba mi cabeza con gentileza.

- lo sé…- respondí casi en susurro.  Genial ahora que le iba a decir.

- ¿quieres que llame a tus papas?

- no- niega rápidamente mientras me separo de él, el pánico se fue de mi- no, el no.

- ¿y tu mama?- me pregunta con una medio sonrisa, noto el dolor que produjo al decir “mama”

- no tengo…- le respondo sintiendo el vació en mi. Jamás había dicho eso en voz alta, y mucho 
menos decirlo a otra persona. Pero, era cierto. No tenía una madre, ella junto con mi padre habían muerto tratando de salvar nuestro planeta. Murieron como héroes caídos.

- lo lamento- responde ente sin dejar el dolor detrás de su voz- se que se siente.


- no quiero ir a clase- le digo mientras me miro las manos, están llenas de sudor y sangre.

Capitulo 3 [Tratando de adaptarse.]



- eres una chica de pocas palabras- dijo entre risas y se sentó en una amplia silla, Ashley se quedo de pie y lo miro.

- ¿no deberíamos ir ya a clase?- pregunto esta mientras el negaba y miraba su reloj.

- me agradecerás no estar en esta clase – responde sin problema- eres la nueva y te van a molestar, en especial ese suplente.

- no se supone que eso no se debería hacer…- pregunta algo confundida, definitivamente no conocía para nada la mente de los adolescentes.

- se supone- asiente- pero, ¿acaso no hacían lo mismo en tu escuela? – pregunta este confundido, Ashley cambio el peso de su cuerpo de una pierna a otra algo incomoda.

- mi escuela era diferente- responde.

- ¿diferente?

- estudiaba en casa- asiente mientras colocaba su cabello detrás de su oreja, Chace se quedo mirándola fijamente mientras hacia ese pequeño gesto.

- vaya, debe ser genial- responde este mostrando su perfecta dentadura.

- sí, un poco- asiente algo incomoda.

- bueno, no me vas a decir nada mas de ti ¿verdad?

- te acabo de conocer- niega ella- lo dudo.

- vale, es justo- asiente y se levanta- dentro de dos minutos suena la campana, y tengo que ir a mi entrenamiento de futbol americano.

-¿Por qué? No son estadounidenses

- no tengo ni idea, pero igual se practica. Es divertido, deberías venir con migo.

- creo que…- vacila mientras  mira su horario- se supone que tengo biología.

- bueno, entonces creo que te veré en- dice mientras mira por encima el horario de la chica- matemáticas. Será divertido.

- supongo- el fuerte ruido de la campana sonó, chace se despidió de la chica con un beso en la mejilla y corrió hacia la afueras del colegio, Ashley lo miro por un momento y luego comenzó a caminar hacia su salón.

La chica sentía que la cabeza se le iba a partir en dos al final de la clase, solo había logrado entender la mitad de todo lo que el maestro había explicado, exasperada se fue a la biblioteca y se sentó en una silla individual. Tenía que pedir ayuda, o leer mucho. Por suerte, no era idiota y podía retener la información casi a la perfección. Chris le llamaba “memoria fotográfica” pero esto solo funcionaba si se enfocaba en una página por más de tres segundos, la recordaría ala perfección. Tal vez necesitaba perfeccionar eso. Tomo tres libros de biología y uno de química y salió de la biblioteca junto con ellos. Los metió a su bolso y fue a buscar la siguiente clase, Educación Física. Genial, en algo que si podría sobre salir sobre todos, tenía que ser pésima…  



<<Genial primer día>>