viernes, 15 de mayo de 2015

Capitulo 12 [Compartiendo]



- eso trato. Pero odio esto- le digo sin poder para las lagrimas- pero…. No todo es malo-niega con una medio sonrisa- creo que tengo otro legado.

- ¿estás de juego? – pregunta con una enorme sonrisa.

- ¿ahora seremos Españoles? No. Creo que puedo hacer que la tierra tiemble- niega con una sonrisa.

- es un legado- asiente feliz- tienes que aprender a manejarlo. Muchas veces se ve reflejado en emociones fuertes. Era muy común con charle

- no sé quien es- niego mientras limpio mis lagrimas.

- mi vecina.

- Chris- niega con una sonrisa y lo abrazo.

- Ashley… sabes que pronto tendremos que irnos de aquí… tenemos que aumentar tu fuerza y encontrar a los demás.

- solo un tiempo más- le ruego con un suspiro- déjame tener más tiempo a un amigo.

- espero que solo sea Amigo- me dice mientras hace énfasis en la palabra amigo. Asiento y entro a la casa este esta sentado en la sala mirando fijamente una fotografia que nos tomamos junto con Chris hace ya un par de años en new york. aunque jamas tenemos imagenes juntos esta e suna de las pocas y mas hermosas.

- se ven muy felices- dice este sin dejar de ver la imagen.

- somo peculiares- asiente Chris mientras entra. me siento al lado de chace y saco el libro de trigonometria.

- estudiemos aqui. mi habitacion simpre esta hecha un maldito desorden.

- esa boca- me corrigue Chris sin dejar de hacer no se que.

- ok... no me entra otra cosa mas- niego a las dos horas y media de clases junto con Chace, este sonrio y me mira. Chris esta en frente de nosotros leyendo algo y tomando su tasa de cafe diaria.

- esta bien. dejemos asi por hoy aunque ya eres perfectamente buena haciendo tres ejercicios complicados sola.

- no soy bruta Chace- responde seria.

- claro que no lo eres- niega sin dejar de sonreir. luego se estira y mira su reloj- es mejor qu eme vaya a mi casa. Albert debe estar preocupado.

- ¿no te quedas a cena?ñ- le preunta chris mientras baja su tasa y lo mira- ya esta lista.

- no creo que pueda...

- es pizza- respondo con una sonrisa.

- ¿pizza?

- estamos celebrando hoy. asi que hay pizza en esta casa.


-¿como jamas comen pizz?- pregunta sorprendido chace mientras asiento.

Capitulo 11 [Tratando de llevar las cosas]



- solo si te sientes cómoda haciéndolo – responde con una sonrisa.

- ¿podrías ir a mi casa hoy? Digo, mañana tenemos examen de cálculo y me vendría bien una ayuda extra.

- estaré después de las tres en tu casa ¿te parece?

- ¿Por qué no ahora? Digo. De una vez.

- pues- vacila un poco mientras intercambia su peso con sus piernas- llamare a Albert entonces- asiente con una sonrisa y saca su teléfono. Sonrió y veo como Chris llega en la camioneta en compañía de Max.

- descuida Albert. Sabes que puedo cuidarme, además estoy en casa de Ashley. Nada malo me podrá pasar con ella.

- lo dudo- susurro sin verlo.

- te veré en la cena. Adiós.  Listo ya puedo ir a tu casa con tranquilidad.

- está bien- asiento mientras  miro a Chris desde el auto- hola

- hola Princesa- me saluda con una enorme sonrisa. Luego desvía la mirada a Chace- el no viene ¿verdad?

-¿quieres que pase Trigonometría?- le pregunto en respuesta mientras niega y abro la puerta- hey Max

<<Ashley!>>

-Buenos días señor Evans- saluda Chace  mientras se sube a la parte de atrás de la camioneta.

- hola Crawford- responde mientras coloca la camioneta en marcha, niego y comienzo acariciar el pelaje de Max

<< ¿Un buen día?>>

-igual que todos- respondo en voz alta. Chris me mira fijamente mientras cierro con fuerza los ojos y trato de arreglar la cosa- los días tengo un dolor horrible de cabeza.

- tienes que tener cuidado- me dice Chris mientras niega.

- lo se lo siento- asiento y bajo la mirada. Puedo sentir la mirada de confusión de Chace encima de mi nuca

Al llegar a casa suelto a Max quien sale corriendo rápidamente al bosque. El sea vuelto nuestros ojos en partes que no podemos tener. Siempre hace ronda para saber si tenemos amigos chitauris visitándonos. Miro a Chace quien se queda sonríen al ver la cabaña en la que vivo. Soy una idiota, lo estoy exponiendo. El debe salir de aquí...

-es bella tu casa.

- gracias- respondo con una media sonrisa- pasa, tengo que hablar algo con mi padre...

- ouh claro- asiente y sale corriendo a la entrada, al abrir la puerta este sonríe y entra sin problema.

- ¿Por qué esta aquí?- me pregunta rápidamente Chris.

- sabe… sabe que soy diferente- digo rápidamente, Chris niega rápidamente- no sabe todo... Pienso...


- ¿decir qué?- me responde serio- ¿Qué eres una alienígena? Sabes cuantas cámaras y más que eso cuantos chitouris estarán esperando para meterte una bala en la cabeza!- me grita furioso, siento como las lagrimas caen en mis mejillas- lo siento… cariño- niega mientras niega y m abraza fuerte- lo siento. No quise ser tan cruel. Pero…- niega y me toma la cara en sus manos- tienes que ser fuerte. 

martes, 5 de mayo de 2015

Capitulo 10[ ¿Un nuevo legado? ]




-¿tienes resistencia lo sabías?- me dice chace mientras los dos corríamos en la clase de educación física, sonrió y sigo corriendo a su lado- por lo general una chica ya se abría ido de mi lado hace una milla.

- no soy igual que las demás, creo que ya deberías saber eso.

- eres muy rara para ser franco- responde sin importancia y yo le golpeo el brazo con fuerza- ouh- se queja mientras se toca el brazo- está bien está bien.

- cuando entenderás que no soy igual que todas esas taradas de allá- le digo mientras señalo con mi cabeza a las porristas que nos daban miradas acecinas de vez en cuando.

- taradas… son personas…- me responde mientras las mira- no es educado.

- ¿es en serio?

- claro que no solo bromeaba, pero igual el respeto y eso…

- está bien papá- respondo entre risas y este se me queda mirando fijamente y detiene el paso.

- hoy tienes algo diferente….

- ¿Cómo que diferente?- pregunto mientras paro y me arreglo la cola de caballo de mi pelo.

- no lo sé… llevo un mes de conocerte, y siento algo distinto en ti… no se que sea- niega con una sonrisa, yo me quedo mirándolo fijamente, me gusta cuando hace eso. Sonreír y bajar la mirada aun sonriendo.

- solo…- digo mientras siento como mi corazón se acelera de apoco- solo no se…- repito mientras siento como la tierra se mueve un poco, lo miro y este se queda quito en el lugar viendo como todos miraban el suelo extrañados. ¿Seré yo? Imposible, hace tres semanas que tengo un legado; no sería posible tener otro más a hora. ¿Osí? Cierro con fuerzas mis ojos y siento que el temblor va pasando de apoco.

- tal vez deberías calmarte un poco- me sonríe con timidez, lo miro fijamente y este me da un abrazo y susurra en mi oído- no sé que eres, pero tu hermoso secreto está a salvo con migo.

Me quedo congelada en el lugar, mis manos están sobre su pecho y logro sentir los latidos de su corazón, ¿Cómo lo supo? ¿Acaso he sido tan obvia? No, para nada. He sido precavida con todo. Incluso en nuestras clases de biología y veo animales para sacrificar. Trato de no llorar y casi siempre termino asiendo algo para no tener que abrirlos.

-Chace...- es lo único que digo pero este niega y me besa la frente.

- luego me contaras esa maravillosa historia- asiento y sigo corriendo a su lado...

-creo que te debo una explicación…- le digo después de haber concluido con las clases, los dos estamos esperando a que vengan por nosotros.

- solo si te sientes cómoda haciéndolo – responde con una sonrisa.

Capitulo 9 [ Otro día de clases]




-que tengas un lindo día- me dice Chris mientras me abraza.

- gracias Chris. Cuida de Max okay

- siempre cuido las cosas muy bien- me responde con un bufido mientras miro al perro dentro de la camioneta.

<<Quiero tocino>>

-dale algo de tocino al can- le digo entre risas mientras escucho que alguien me llama a lo lejos, volteo y observo a Chace caminando hacia mí.

- ¿ya tienes un amigo?- comenta Chris mientras se queda mirando fijamente a Chace.

- solo… es el chico que me dio el tour ayer por la escuela.

- el que tiene beneficios con la de la cafetería- asiente este sin dejar de verlo.

-no le digas así- respondo entre dientes mientras este está cerca de nosotros- buenos días chace

- buenos días Ashley- responde con una gran sonrisa y desvía su miraba a Chris- ouh, señor Evans, es un placer- extiende su mano- chace Crawford.

- Chris…- responde mientras estrecha su mano sin dejar de verlo, ruedo los ojos y le doy un beso en la mejilla a Chris.

- te veré a las cuatro.

- ten cuidado no…- me dice este mientras suelta la mano de chace y me mira con ternura y luego serio a chace. Niego y comienzo a caminar junto con a la entrada.

- creo que le caí bien a tu padrastro. – dice entre risas Chace mientras entramos al instituto. Sonrió y lo miro.

- ¿tú crees? A mí me parece que te va a investigar a fondo- y sé que no es mentira, lo más seguro es que en este preciso instante Chris este buscando información en su base de datos súper increíble que tiene escondida en la parte trasera de la camioneta.

- ya de por sí solo soy encantador- agrega mientras le toca el brazo y lo miro fijamente.

- ¿Qué?

- tu mano…- dice mientras me abre la palma, y miro. Esta sana… no hay rastro de lo de ayer… genial, olvidaba que podía curarme rápido… algo a lo que Chris llama un legado. Aunque no lo considero un legado en si. Solo una ventaja.

- eh, si. Tengo buenas cremas en casa.

- ¿de dónde me dijiste que eras?- pregunta de repente, siento que mi corazón se acelera rápidamente. He vivido los últimos 10 años en muchos lugares pero más que todo de Estados Unidos.

- California del norte- respondo con una risa.

- no tienes el asentó.

- he vivido por muchos lugares- asiento con una sornisa y retiro mi mano de la suya.

- seguro… bueno, vamos a clase. No quiero que llegues tarde a tu primer dia en Trigonometría.


- esto será aburrido…

lunes, 20 de abril de 2015

Capitulo 8 [Siendo Sincero.]




- incluso de chocolate?- le digo emocionada.

- hoy el chocolate, esta balido en esta casa- asiente y toma a el perro en brazos y camina hacia la casa junto con el- además, tenemos una Chimaera con nosotros.

-¿Qué? – grito totalmente sorprendida mientras lo sigo-

- ¿no lo sientes? – Me pregunta confundido mientras deja al animal en el suelo y este corre a la sala y se sube en los cómodos sofás- las Chimaeras tiene un... Por así decir, una aurora. Se puede sentir la presencia de ellos. Bueno, solo algunos pueden sentirla.

- ¿mi madre las sentía?- le pregunto y comienzo a sacar todas los ingredientes para la comida.

- sí, ella amaba a los animales. Fue por ella que aprendí a sentirlos- responde sin mirarme a los ojos.

- Chris, si la amabas ¿Por qué la dejaste ir?

- porque- responde mientras me mira fijamente y luego continua- sabía cuanto amaba a tu padre, era feliz no más con verlo a lo lejos. Yo no podía meterme en medio de su felicidad, no podría.

- pero, ella…

- era feliz con migo no de la forma que piensas, éramos casi hermanos.

- ¿y te llevabas bien con mi padre?- pregunto con algo de pena.

- tu padre, - responde entre risas- tu padre era un tipo muy agradable debo confesar. Jamás se enojaba con tu mama, ni cuando ella se quedaba en mi casa a pasar la noche porque se sentía mal en el embarazo.

-¿de verdad?

- tu papa la dejaba, sabía que yo era su hermano para ella. Aunque él sabía lo que yo sentía por ella, siempre confió en el amor que se tenían.

- eso es hermoso…

- en eso se basa el amor- asiente el- los celos solo son inseguridad, son enfermizos y peligrosos. Cuando amas de verdad jamás celas. “El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad.  Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”.

- eso… es hermoso…

- se dice en el ritual de parejas- asiente el- tu madre lloro cuando Tarek se lo dijo…- responde con una medio sonrisa- me acerque a ella y le di un pañuelo, me sonrió y luego miro fijamente a tu padre…

- crees...- digo con un nudo en la garganta al escuchar eso- ¿crees que ella pudo regresar con mi papa, para….?- no soy capaz de acabar las últimas palabras de mi frase.

- lo creo- asiente, sintiendo el mismo dolor que yo. Es difícil creer que mis padres están muertos. Casi siempre imagino que trabajan en una multinacional y andan de viaje. Que jamás me dejaron; aunque sé que es así, aun pudo sentirlos dentro de mí. Siempre ellos estarán con migo. Siempre…


martes, 14 de abril de 2015

Capitulo 7 [El primer legado]




- mi fuerza para cuando tengas los legados pueda controlarlos- repito lo que me ha dicho por los últimos tres meses- si lo sé… vamos a entrenar.

- debo confesar, que eres una maquina de acecinar impecable – me alaga Chris mientras deja en el suelo las cuchillas, me tiro al suelo totalmente agotada por el esfuerzo.

- claro… que… no…- respondo entre cortado mientras recupero el aliento.

- claro que si, definitivamente te podría llamar la mejor acecina de Montreal.

- sería algo así como ¿la viuda negra?

- sí, aunque más letal. Ya que ella no tiene poderes como tú.

- poderes…- repito con un bufido mientras observo el cielo <<creo que tienes grandes habilidades>> me levanto y miro fijamente a Chris- ya deja de decir eso que luego daño todo mi proceso.

- ¿decir qué?- me pregunta confundido, lo miro fijamente y levanto una ceja.

- lo que acabas de decir que, tengo grandes habilidades…

- claro que no, jamás he dicho eso. Bueno, ahora- me responde este y lo miro fijamente y sé que no me está mintiendo, así que miro hacia todos los lados.  La casa está vacía, no hay nadie a un kilometro de distancia… ¿Quién había dicho eso?

- ¿sucede algo?

- es que…- digo mientras vuelve la voz dentro de mi mente << muero de hambre, las sobras de la basura no son muy buenas aquí>>- ¡de nuevo!- me  levanto de un golpe mientras se acerco a la basurero- ¿quieres mejor comida en los tanques? – pregunto a la voz mientras corro con todas mis fuerzas, al llegar noto a un lindo perro pastor alemán mirando dentro en búsqueda de comida.

-¡¡¡CHRIS!!!!- grito con todas mis fuerzas mientras me lanzo al perro y lo abrazo este se queda quieto y comienza a lamber mi oreja izquierda.

-¿chitoris? – grita desesperado mientras llega con dos grandes espadas en sus manos.

- ¡no!, ¡¡¡tengo un legado!!!- le grito feliz mientras acaricio al animal.

- ¿Qué? – Me pregunta con una gran sonrisa- ¿es verdad, puedes hablar con los animales?

- ¡sí! Lo oí quejarse de la comida y decir que era buena – le grito feliz sin dejar de abrazar al perro.

- eso es lo mas maravilloso- grita feliz mientras bota las armas y me abraza con fuerza junto con el perro.

<< me están apretando mucho>>

Oigo que se queja el perro y doy una fuerte carcajada.

-lo estamos acosando- digo y Chris se separa de mi y me da una tierna mirada.

- tus papas estarían orgullosos de tu legado- bajo la mirada y miro al perro. El legado que compartían mis padres, también lo tengo yo- no te pongas asi, vale- me dice y me toca la cara asiéndome mirarlo fijamente- esto hay que celebrarlo. Vamos a preparar pizza y muchos pasteles.


- incluso de chocolate?- le digo emocionada.

viernes, 10 de abril de 2015

Capitulo 6 [Ultimo día en Lorien.]




Estaban sentados en la parte delantera de la casa, sostenía a una de nuestras infinitas Chimaeras cuando el estruendo en el centro de la cuidad cautivo nuestra atención, vi como mi madre miro con nerviosismo a mi padre, el asintió y me tomo rápidamente en brazos. Ambos corrían, yo trataba de preguntarles pero los gritos y las fuertes explosiones ahogaban mis palabras. Cerré con fuerza los ojos mientras sentía que mi padre luchaba, no sabía con qué exactamente, pero siempre sentí cuando el luchaba o utilizaba sus legados. El grito a mi madre que continuara, abrí los ojos un momento y lo vi pelear con un mostró horrible, casi del doble de tamaño de un elefante. Esa fue la última vez que lo vi.

Al llegar a un sitio extraño de la cuidad vi que habían más niños como yo, solo uno más pequeño. Un anciano recitaba algo mientras llegaban más hombres con niños, mi madre me sostuvo en sus brazos antes de entregarme a Chris

-Escucha con atención Celanea- me ordeno mientras me miraba fijamente sus ojos hermosos estaba rojos y llenos de la lagrimas- papi te ama, mami te ama. Siempre recuerda eso, te amamos más de lo que te imaginas. Se fuerte, jamás te des por vencida, tampoco tengas miedo, nunca. y lo más importante; cree en ti misma y en tu poder. Se fuerte.

- lo siento- respondió Chace al ver el vacio en mi mirada, negué y me acurruque sobre el pecho incapaz de sacar de mi el dolor en el momento en que me separaron de ellos. Siempre le pegaba a Chris, no quería que me tocara ni se me acercara, no lo quería en mi vida. Hasta que entendí que él había sido escogido al igual que yo para sobrevivir y restaurar nuestra raza. Hasta que entendí que ese hombre me amaba como a su propia hija, y más que eso. Amaba a mi madre y jamás me iba a dejar sola por ella, yo era su recuerdo.

Sentí el brazo de chace sobre mi espalda, el cual se sintió extrañamente familiar. Me llevo hacia su pecho y me apretó con fuerza, al fin y al cabo. ¿Quién mas podría sentir la muerte como yo si no él? El también había perdido de una forma injusta a sus padres.

-¿te divertiste?- me pregunta Chris mientras me subo a la camioneta, le sonrió y beso su mejilla.

- yo no usaría ese termino

-¿Qué tan malo fue?- pregunta de nuevo con un suspiro mientras pone en marcha la camioneta.

- digamos que tengo que leer como treinta libros para poder entender con tranquilidad todas estas materias tan rara que ven los humanos.

- bueno, siempre te gusto el arte y todas esas cosas- me responde con una sonrisa, yo simplemente se la devuelvo y pongo mis vista al frente. Al llegar a nuestra casa, chris me ayuda a bajar mis libros y entramos sin problema.

- recuerda que tenemos que entrenar y mirar el cofre.

- entrenemos ya- le digo y suelto las cosas en el suelo- quiero liberar la mala energía de la escuela.

- perfecto. Iré por los sacos de box.

- aun no tengo la telequinesis- le grito mientras este sale corriendo, frustrada miro mis manos. Se supone que debería haber demostrado ya algún legado, pero por el momento estos seguían dormidos dentro de mí.

- tus legados pronto aparecerán, solo tienes que entrenar y dominar bien…


- mi fuerza para cuando tengas los legados pueda controlarlos- repito lo que me ha dicho por los últimos tres meses- si lo sé… vamos a entrenar.

Capitulo 5 [ Conociéndose un poco más.]




- no quiero ir a clase- le digo mientras me miro las manos, están llenas de sudor y sangre.

- nos podemos quedar en el teatro mientras tanto- asiente el ¿Por qué es bueno con migo? Bueno, ya se lo cuestionare luego.

Los dos salimos del baño, la campana sonó fuerte y todos comenzaron a correr a sus salones, hice caso omiso a los que se nos quedaban viendo. No me importada la verdad que pensaran de mi, solo un pensamiento invadía mi mente “fue un error haber venido aquí”.

-¿no me vas a decir que te paso?- me pregunto Chace después de un rato de estar en silencio mirando hacia la gran tarima de al frente.

- jamás entenderías- le respondo- solo…- niega con una medio sonrisa para tratar de convencerlo- tiendo a tener asma y eso. Solo fue eso, me trato de dar, pero ya estoy bien.

- ¿asma? –Pregunto confundido- ¿no estoy seguro que el….?

- y cuéntame de ti.- le interrumpo rápidamente- ¿Qué haces? ¿Quién eres? ¿Dónde vives, con quien? Después yo te diré un poco mas de mi.

- ok… bueno- responde algo confundido pero aun así sonríe- ¿Qué hago? Bueno, estudio como te das cuenta. ¿Quién soy? Un chico de 18 años próximo  a salir a la universidad. ¿Donde vivo? En los edificios magestic. Ahí vivo. ¿Con quién? -.dijo mientras daba un suerte suspiro- solo, mis papas murieron hace tres años. Estoy a cargo de mi mayor domo.

- ¿mayor domo? – pregunto confundida sin entender el termino.

- sí, es Albert. Un anciano que me ha criado y prácticamente a mi padre también. Hasta los 20 años puedo heredar todo lo que mis padres me dejaron.

- ¿Cómo murieron?

- los mataron – responde mientras la rabia y el odio se dibujaba en sus ojos- un día que fueron a México. Hubo una emboscada los incineraron has los cimientos. No dejaron nada para poder enterrar.

- lo… lo siento mucho- le digo apenada- no debí preguntar.

- descuida- niega este mientras se mira las manos- jamás le había dicho esto a alguien. Es curioso que me hagas relevarte esta clase de cosas si apenas te conozco.

- los míos también están muertos- digo sin pensar, recordando lo poco que tengo de ellos. Mi madre, su larga cabellera dorada con unos ojos tan verdes como las mismas esmeraldas, de tés morena y su cuerpo esbelto y atlético. Mi padre era todo lo contrario. Alto mucho más alto, su cabello negro; tan negro como la noche, sus ojos azules como el zafiro y su cuerpo delgado. Los dos tenían el mismo legado en común, hablar las Chimaeras. Que son los animales de mi mundo.

- ¿pensé que tu padre era escritor?- me dijo este sacándome de mis recuerdo. La cague.

- no, bueno si lo es…- digo algo complicada, lo miro fijamente, y este provoca que me ponga un tanto nerviosa. Odio eso- es mi padrastro por así decir. El me tomo como hija, hace varios años. Lo considero un padre, pero no es mi padre biológico.

- ¿Cómo murieron?- me pregunto este cuidando el tono de su voz.

- los mataron- dije  mientras el recuerdo invadía mi mente, lo recordaba. Lo recordaba a la perfección, ese atroz día en el que fui separada de mis padres.  

domingo, 5 de abril de 2015

Capitulo 4 [El centro de atracción.]





Tomo lo primero que encuentro en la canasta. Una manzana roja grande, miro a las demás personas que se meten en la fila de la cafetería en búsqueda de algo que comer. Jamás me ha gustado estar en medio de multitudes, así que simplemente espero a que se calmen un poco los caníbales y como mi manzana sin problema.

-si te quedas ahí parada no te dejaran nada- reconozco la voz a mis espaldas. Me volteo y veo al chico que me dio la guía con una gran sonrisa. Genial, ¿Cómo se llamaba? Uf, odio ser tan mala en recordar esa clase de cosas.

- solo odio estar así- respondo mientras señalo a unos chicos que se empujaban para poder entrar de “metidos” a la fila.

- sí, pues… ven- dice mientras me toma de la mano y me conduce a la fila, todos se nos quedaron viendo mientras el chico sacaba una tarjeta y se la entregaba a la mujer- que sean dos por favor. – le ordeno y la mujer asintió metiéndose en medio de las estanterías llenas de comida y regresando con dos bandejas perfectamente llenas de comida.- eres encantadora Fiona- le adulo y tomo las dos bandejas. Luego sin dejar de sonreír me mira y dice:

- ven, comeremos a fuera, aquí dentro hay mucho ruido- asiento y lo sigo hasta la salida, noto que varias chicas me miran con él entre cejo fruncido, sin entender su molestia sigo caminando. La tarde esta hermosa, siempre he ha mando la tarde de Montreal en verano.  Las nubes están esparcidas por todo el cielo remolinándose solas.

- bueno, espero que sea de tu agrado- me dice y deja las bandejas en una mesa para dos.

- gracias, pero no tenias porque molestarte de esta forma- le digo algo apenada, pero este niega y me indica que me siente. Le hago caso.

- descuida, cuando quieras comer algo decente me dices y te pido almuerzo doble.

- tienes privilegios- digo entre risas mientras miro la deliciosa hamburguesa. Uf esto  recompensa esas horribles horas de clase.

- pues, si. Digamos que es verdad. ¿Y qué tal tus primeras clases?

-pues, digamos que no han sido de lo más divertidas- le respondo sincera mientras tomo la hamburguesa y  la devoro.

- Sí, las clases no son muy divertidas que digamos, y disculpa por no estar en la clase de Matemáticas, pero el entrenamiento se tuvo que extender  - me dice pero le pierdo la atención al notar que una rubia de ojos azul fuerte junto con dos de cabello negro se nos quedan mirando serias, la rubia prácticamente echa humo por las orejas- ¿qué tanto miras?- dice de repente mientras se voltea  y capta la escena, este niega y se vuelve al frente.

- discúlpala, es una maniaca.

- sí, eso noto- respondo mientras me fijo en el- ¿es tu ex novia o algo así?

- sí, salimos hace… dos meses- asiente y come sin darle mucha importancia.

- pues diría que esa mujer me quiere quemar viva- le digo algo fastidiada por ser de una vez el blanco de alguien, genial no me basta con tener a una raza alienígena tratando de matarme para tener otra.

- más que eso, de seguro que va a hacer la vida miserable- responde este sin problema, levanto una ceja mientras se mete la hamburguesa a la boca, este se detiene mientras me mira con la ceja alzada- no voy a dejar que te haga nada ¿sí?

- ¿Por qué?

- porque- responde mientras le da un mordisco- soy tu hada madrina.

- eso es ridículo- respondo algo asqueada al verlo hablar con la boca llena, pero sin poder reprimir una risa.

-  ridículo, pero créeme que te salvare la vida- responde con lo que parece ser su sonrisa mas encantadora


<<Lo dudo>>


-y bien ¿ya has hecho amigos aparte de mi?- me preguntas después de acabadas las hamburguesas.

- ninguno- niego tranquila- no soy demasiado sociable, o simplemente no encajo con los de mi edad.

- bueno, igual es tu primer día, no te des animes. Pronto encontraras a tu mejor amiga y todas esas ridiculeces de mujeres.

- no quiero nada de eso- niega con él entre cejo fruncido. Sé que en cualquier momento mi pierna derecha podría empezar a quemarme como los mil demonios y deslumbrar una nueva marca. La marca que indica que numero tres está muerto, la señal de que seré la siguiente en la lista.

 La siguiente en ser buscada hasta el mismísimo infierno. El solo hecho de pensar hace que mi piel se coloque de gallina y aprieto con fuerza las manos para tratar de concentrarme en la realidad.
-¿te encuentras bien?- me pregunta algo preocupado mientras nota de mis palmas comienzan a sangrar un poco. No me había percatado del dolor que con mis propias uñas me había lastimado.

- sí, solo… no es nada- niego mientras me levanto rápidamente y salgo con mis cosas al baño para poder lavarme la herida. Los nervios se apoderaron de mi cuerpo al momento en que entre al baño. Por suerte estaba vacío; ¿Cómo iba a enfrentarse a los Chitoris si ni siquiera tenía sus legados? Su desarrollo Allende no estaba ni a la mitad de su proceso. Por más fuerza, destreza  y habilidad a la hora de pelear, no iban a ser suficiente. No, la matarían, terminaría como los otros tres. Mi cuerpo no paraba de temblar, debía llamar a Chris, no podía estar más tiempo al borde de un ataque de nervios.

- estas pálida- oí que me dijeron pero mi vista estaba un poco nublada. Reconocí la voz y me aferre a  su cuerpo, tratando de buscar un apoyo, una ayuda. Aunque fuera de un insignificante terrícola, pero en ese momento, sin Chris a mi lado. Necesitaba un cuerpo en el cual poder aferrar mis miedos. – calma, todo esta bien- me trato de tranquilizar mientras acariciaba mi cabeza con gentileza.

- lo sé…- respondí casi en susurro.  Genial ahora que le iba a decir.

- ¿quieres que llame a tus papas?

- no- niega rápidamente mientras me separo de él, el pánico se fue de mi- no, el no.

- ¿y tu mama?- me pregunta con una medio sonrisa, noto el dolor que produjo al decir “mama”

- no tengo…- le respondo sintiendo el vació en mi. Jamás había dicho eso en voz alta, y mucho 
menos decirlo a otra persona. Pero, era cierto. No tenía una madre, ella junto con mi padre habían muerto tratando de salvar nuestro planeta. Murieron como héroes caídos.

- lo lamento- responde ente sin dejar el dolor detrás de su voz- se que se siente.


- no quiero ir a clase- le digo mientras me miro las manos, están llenas de sudor y sangre.

Capitulo 3 [Tratando de adaptarse.]



- eres una chica de pocas palabras- dijo entre risas y se sentó en una amplia silla, Ashley se quedo de pie y lo miro.

- ¿no deberíamos ir ya a clase?- pregunto esta mientras el negaba y miraba su reloj.

- me agradecerás no estar en esta clase – responde sin problema- eres la nueva y te van a molestar, en especial ese suplente.

- no se supone que eso no se debería hacer…- pregunta algo confundida, definitivamente no conocía para nada la mente de los adolescentes.

- se supone- asiente- pero, ¿acaso no hacían lo mismo en tu escuela? – pregunta este confundido, Ashley cambio el peso de su cuerpo de una pierna a otra algo incomoda.

- mi escuela era diferente- responde.

- ¿diferente?

- estudiaba en casa- asiente mientras colocaba su cabello detrás de su oreja, Chace se quedo mirándola fijamente mientras hacia ese pequeño gesto.

- vaya, debe ser genial- responde este mostrando su perfecta dentadura.

- sí, un poco- asiente algo incomoda.

- bueno, no me vas a decir nada mas de ti ¿verdad?

- te acabo de conocer- niega ella- lo dudo.

- vale, es justo- asiente y se levanta- dentro de dos minutos suena la campana, y tengo que ir a mi entrenamiento de futbol americano.

-¿Por qué? No son estadounidenses

- no tengo ni idea, pero igual se practica. Es divertido, deberías venir con migo.

- creo que…- vacila mientras  mira su horario- se supone que tengo biología.

- bueno, entonces creo que te veré en- dice mientras mira por encima el horario de la chica- matemáticas. Será divertido.

- supongo- el fuerte ruido de la campana sonó, chace se despidió de la chica con un beso en la mejilla y corrió hacia la afueras del colegio, Ashley lo miro por un momento y luego comenzó a caminar hacia su salón.

La chica sentía que la cabeza se le iba a partir en dos al final de la clase, solo había logrado entender la mitad de todo lo que el maestro había explicado, exasperada se fue a la biblioteca y se sentó en una silla individual. Tenía que pedir ayuda, o leer mucho. Por suerte, no era idiota y podía retener la información casi a la perfección. Chris le llamaba “memoria fotográfica” pero esto solo funcionaba si se enfocaba en una página por más de tres segundos, la recordaría ala perfección. Tal vez necesitaba perfeccionar eso. Tomo tres libros de biología y uno de química y salió de la biblioteca junto con ellos. Los metió a su bolso y fue a buscar la siguiente clase, Educación Física. Genial, en algo que si podría sobre salir sobre todos, tenía que ser pésima…  



<<Genial primer día>>

martes, 31 de marzo de 2015

Capitulo 2 [El Guía]



- ¿si alguien me molesta le puedo partir un dedo? – pregunto en tono de chiste logrando que él se ría, me gusta cuando se ríe.

- creo que eso sería lo más genial, pero no. Debes ser una adolescente normal, pero… si algún idiota se sobrepasa o quiere algo, te doy permiso de que le rompas el meñique- le indica su dedo meñique con una sonrisa- que tengas lindo día princesa, recuerda. Marcación rápida por cualquier cosa que necesites.

- espero no tener que usarla- le respondo con un suspiro y bajo del auto. Cierro la puerta y camino hacia mi nueva vida. Las personas se me quedan viendo, guardo mi Ipod en el bolsillo trasero de mi pantalón y camino al interior del castillo, tomo los pasillos guiándome de los letreros y busco la dirección.

Al pasar por los pasillos noto a los estudiantes mirándome de arriba abajo, suspiro y camino más rápido. Llegando a la dirección, noto a la secretaria sentada y escribiendo rápidamente en el computador, aclaro mi garganta y la mujer simplemente sube la mirada sin dejar de escribir en esa máquina, es casi escalofriante.

-buenos días, soy nueva y…-

- la hija del escritor- responde por mi dejando de escribir y tomando unos papeles- tu padre no vino ¿verdad?

- no… ¿tenia que venir?- pregunto confundida pero la mujer niega rápidamente, tomo los papeles y los hojeo rápidamente.

- ese es tu horario, entras a segundo años de preparatoria, ¿no es así?

- si…- digo en voz dudosa.

- espera aquí hasta que llegue el presidente estudiantil para que te de un tour. – me ordena sin mas sigue en su lado, la miro por un momento y luego centro mi atención al horario. Historia Americana, Trigonometría, Biología celular… ok creo que esto será muy pesado, no tengo ni la mas minima idea de que es trígono…

- hola, ¿tú debes ser la nueva?- oigo que dicen una voz masculina detrás de mi, me volteo y observo al joven. Este esta parado a unos pasos de mi con una perfecta sonrisa blanca y una piel bronceada, su cabello castaño un poco desordenado y los ojos azules, tan azules como el cielo.

- soy Ashley- le digo un poco fastidiada.

- esta bien, lo siento Ashley- se disculpa con un ademan y mira a la secretaria- buenos días Martha.

- hola Chace.

- ok vamos- me ordena mientras señala el pasillo con su cabeza. Lo sigo sin decir nada. Caminamos unos cuantos pasillos hasta llegar a una sala de computación- esta es la sala de informática, nosotros no tendremos muchas clases aquí a decir verdad- comienza a decir mientras señala la sala- a menos que quieras ingresar al grupo de informática claro esta.

- lo dudo- digo rápidamente mientras miro hacia a dentro y luego lo miro.

- soy Chace Crawford por cierto- me dice y estira su mano derecha.

- Ashley Evans- responde y estrecho su mano.

- muy bien, sigamos con el recorrido Ashley.

- claro- asiento y lo siguió sin problema. Tras dar un buen recorrido a la escuela Ashley estaba agitada, miro a chace quien la miro de vuelta y le sonrió.


- eres una chica de pocas palabras- dijo entre risas y se sentó en una amplia silla, Ashley se quedo de pie y lo miro. 

sábado, 21 de marzo de 2015

Capitulo 1 [Una Vida Normal]




-Despierta pequeña durmiente, tienes que ir a tu primero día – oigo que me dice mi cepan, tomo la sabana y cubro por completo mi cara- buen intento pequeña- tras decir esto tomo la sabana y tiro fuerte de ella. Todo mi cabello se remolina en mi cara y con un bufido me lo retiro y le doy mi mejor mirada acecina a mi cepan- no me mires así, tú misma dijiste que querías ser una adolescente normal, y así son las adolescentes normales; van a las escuelas.

- recuérdame no volver a pedirte nada más – le respondo y me meto al baño. A pesar de que llevamos 2 meses en Montreal, jamás he ido a la escuela o algo así. Pero… digamos que en un arrebato de salir de casa le pedí que me inscribiera a la escuela de la cuidad. Y hasta ahora estoy viendo que es el peor error que he cometido en mi vida.

- apresúrate, no puedes llegar tarde tu primer día- oigo que me dice detrás de la puerta del baño.

- en serio, ¿podrías dejar que despertara tranquila?- le responde de vuelta mientras me quito la pijama y entro a la ducha.

- solo digo, no seas enojona- ignoro su respuesta y sigo con lo mío. Media hora después, ya estoy lista en la sala, noto que como todas las mañanas el desayuno está servido en la mesa. Mi casa es una cabaña antigua, siempre hemos tenido ese gusto por las cabañas antiguas y con un estilo rustico, y esta casa; ha sido la mejor de todas.

- ¿quieres que te lleve, o te dejo a una cuadra?- me pregunta Chris mientras me sirve el café, me siento en mi puesto y lo miro fijamente ¿a qué se refiere?

- ¿por qué preguntas eso?

- lo he visto en un par de chicos que dejan en las escuelas- responde con un simple encogimiento de hombros- solo creí que querías estar a la moda.

- no me interesa estar a la moda- niego rápidamente- jamás me avergonzaría de que me llevaras a la escuela o algún otro lugar.

- bueno, es lindo oír eso- asiente este con una gran sonrisa, comenzamos a comer el silencio, al terminar recojo los platos y lavo la  loza in problema.

- muy bien, diez minutos para que empiecen las clases. Vamos- me dice y toma mi mochila, asiento y salgo de la cabaña seguida por el- esta tarde cuando llegue te mostrare unas cuantas cosas del cofre- me informa en voz baja, asiento sin decir nada. El Cofre es algo importante para nosotros. Es donde tenemos nuestras más añoradas pertenencias, es una pequeña parte de nuestro mundo encerrado ahí.
Nuestra cabaña queda a la orilla de carretera que lleva a la cuidad de Montreal. 
Algo beneficioso para nosotros ya que podemos entrenar en el jardín sin tener vecinos molestos observando mi entrenamiento. Saco mi Ipod y escucho música todo el trayecto. Esto es lo que amo de estar en este planea. La música; seguida por mi gran pasión, los libros, adoro esas mágicas páginas.

-aquí es- dice Chris mientras baja la velocidad y entra a la escuela, es realmente grande. En casi un castillo antiguo lleno de muchachos de mi edad todos con ropa a la moda, miro mi ropa. Una camisa de cuadros, unos jeans negros y mis converse negros. No estoy a la moda, pero igual amo mi ropa y esta gente no la cambiara.

- ya sabes… en deportes no demuestres tu fuerza y resistencia superior- me aconseja mientras se estaciona.


- ¿si alguien me molesta le puedo partir un dedo? – pregunto en tono de chiste logrando que él se ría, me gusta cuando se ríe.

viernes, 13 de marzo de 2015

Prologo





Mi mundo es diferente. Mi supuesto padre es aun mas diferente a cualquier padre fingido; y digamos que yo no me creo atrás –suelo creer que soy más rara que mi supuesto padre- venimos de un mundo del cual ustedes probablemente jamás han oído; y es que esa es la idea. Aislarnos de los demás mundos, tener una vida pacífica. o eso pensábamos. No quiero entrar en detalles sobre esto. Aunque debo hacerlo para no confundir sus mentes.

La gente de aquí suele presentarse por sus nombres, nombres propios. Pero yo tengo más de 30; en algunos estados me conocían como: Merieth, Alejandra, Anna, Marry. Incluso Penelope. Pero ninguno de ellos es mi nombre verdadero. Mi fingido padre tampoco lo sabe. Pero cuando llegue a este mundo me dieron el número Cuatro. Y bueno ese sería mi nombre original, cuatro. Tengo 16 años de vida.  Y en este nuevo estado me llamo Ashley, a decir verdad ha sido el mejor nombre que he tenido en los últimos 2 años. El sujeto que va a mi lado a todas partes fingiendo ser mi padre se llama Chris –ese su es su nombre propio- pero suele cambiarlo en cada estada al igual que yo. Digo supuesto porque en realidad en mi Cepan o “protector”. El es el encargado de protegerme en este mundo.

Somos nueve elgidos, con nueve cepan’s, tres de nosotros ya murieron a manos de los Chitori. De ellos nos escondemos en este planeta. Aun no suelo llamarlo “hogar” porque no lo es. Yo soy una Allende y mi planeta que ahora pertenece a los Chitori se llama Allend; y si, soy una extraterrestre que escapa de la muerte. Y finge ser una más de ustedes mientras espera el momento de reunirse con los demás y volver a nuestro planeta.



“la idea principal de esta “novela” le pertenece a la serie del libros  de Soy El Número Cuatro. Con todo el respeto creamos esto para seguir con la hermosa saga, respetando a la original”